Desde la Asociación Naturalista Haritzalde queremos mostrar nuestra frontal oposición a la instalación de un camping en los terrenos del Tenis de Igara, cuyo Plan Especial se prevé aprobar en el Pleno de mañana. Nos parece que dicha actividad supone una amenaza para la conservación de los valores naturales de Igara, y por tanto de Mendizorrotz, abriendo además la puerta a futuras agresiones al medio, que podrían afectar a los hábitats naturales, algunos catalogados como prioritarios a nivel europeo, como la aliseda y a diferentes especies amenazadas de flora y fauna, como son el turón o la ranita meridional.
Haritzalde lleva ya muchos años reivindicando la protección del Macizo de Mendizorrotz, y en especial de la red de arroyos y regatas. En primera instancia solicitamos la declaración de la zona como Biotopo Protegido y posteriormente hemos pedido en diferentes ocasiones la declaración de Mendizorrotz como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria o Lugar de Interés Comunitario), sin haber recibido respuesta formal hasta la fecha. De hecho, se trasladaron a las Administraciones competentes las conclusiones de las I Jornadas Internacionales de Conservación de Anfibios, en las que un grupo internacional de especialistas proponían la creación de ésta figura de protección para garantizar la preservación del hábitat de la ranita meridional o ranita de Igeldo (Hyla meridionalis) en su totalidad.
Cuando se recalificaron los terrenos rurales donde se instalaría el Tenis y posteriormente ante su construcción, mostramos nuestra postura totalmente contraria. Además las obras supusieron una agresión contra un arroyo que se vio afectado por movimientos de tierras, resultando dañada la aliseda. Posteriormente en más de una ocasión se produjeron problemas con la fosa séptica, llegando a rebosar, tal y como lo ha venido haciendo habitualmente durante muchos años la del camping de Igeldo, que en primavera-verano producía vertidos en la regata situada aguas abajo, contaminándola de fecales. Esto último ha provocado contaminación subsiguiente, y posterior eutrofización de la charca de Etxebeste, incluída en el catálogo de enclaves de reproducción de la ranita meridional. La piscina del Tenis de Igara supuso en sus orígenes un problema para la conservación de la ranita, ya que funcionaba como balsa-trampa, siendo un sumidero para la especie.
Si bien la construcción en sí del camping, o mejor dicho, la reconversión del Tenis no va a suponer un gran impacto, no se puede decir lo mismo de su puesta en marcha y funcionamiento, ya que el mero tránsito de personas y vehículos va a suponer una alteración del entorno. No podemos olvidar que una de las amenazas que se ciernen sobre la fauna, y también en concreto sobre la ranita meridional, son los atropellos. Haritzalde ha solicitado también en más de una ocasión la toma de medidas en el camino de Igara, como la colocación de señales verticales de tráfico advirtiendo del peligro o la instalación de bandas transversales de deceleración sobre el asfalto, sin que hasta la fecha hayan tenido tampoco respuesta.
Miedo nos da la posible asistencia masiva de personas al lugar, por los atropellos citados, por los riesgos de vertidos fortuitos y contaminación de las regatas, amén de los posibles fallos y accidentes en el sistema de saneamiento previsto. Este proyecto además abre las puertas a futuras actuaciones urbanísticas, y podría ser la antesala de otras iniciativas tan cínicas como la “ecociudad” que se nos trató de vender en la legislatura anterior.
Por todo lo expuesto, la Asociación Naturalista Haritzalde reitera su completa oposición a la aprobación del Plan Especial y a la reconversión del Tenis de Igara en Camping de Igara. Solicitamos la recalificación del terreno a rural y la protección eficaz en su totalidad del hábitat de la ranita meridional, que actúa como especie paraguas. Así, reiteramos nuestra petición de creación de un LIC en Mendizorrotz, que incluya también toda la vaguada de Igara con sus arroyos y bosquetes asociados.
Donostian, 2012ko abenduaren 19an.
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