La empresa que construye Mercadona y McDonald’s en la antigua cantera situada junto a la rotonda de Urbil ha trabajado durante meses en medio de numesosas irregularidades, denunciadas por vecinos y ecologistas. El concejal de Urbanismo de Donostia, Enrique Ramos, se ha negado una y otra vez a reconocerlas, hasta que, ante la evidencia, no le ha quedado más remedio que paralizar las obras, aunque solo haya sido durante quince días, para “arreglar el papeleo”.
Belartza harrobia 3 harria txikitzenUna de las actuaciones ilegales ha consistido en depositar sin licencia toneladas de piedra en Belartza, un paraje de notable valor natural cercano a la cantera, en el que pretenden construir un polígono industrial. Vamos, que hacen la obra de la cantera y, de paso, vía hechos consumados, peraparan el terreno para construir el polígono: dos pájaros de un tiro.
Ahora llega la propuesta de sanción municipal por esta actividad ilegal que asciende a… ¡5.000 euros! Y, por supuesto, nada de obligar a la empresa a devolver el paraje a su estado original. El jefe debe estar carcajeándose: “¡Por ese precio puedo permitirme el lujo de actuar sin licencia todas las veces que haga falta!”.
Y no es extraño que se carcajee. Baste pensar que a las personas que, para mostrar su desacuerdo con el proyecto de incineradora, participan estos días en la iniciativa Gipuzkoa Zutik se les está amenazando con multas de entre 601 y 30.000 euros por conductas como, por ejemplo, no querer identificarse ante la Policía.
Lo de siempre: puede que todos seamos iguales ante la Ley, pero unos más iguales que otros.
Eguzki eta Haritzalde.
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