En la prensa de hoy hemos leído con verdadero asombro y enfado las declaraciones realizadas al parecer por el concejal de urbanismo, D. Enrique Ramos, en las que poniendo mentira sobre mentira trataba de construir un relato que nos resulta cínico. Dejando al margen demagogias absurdas sobre el elegir entre niños y árboles, vamos a tratar de desmontar todas y cada una de las mentiras.
En primer lugar, habla de la urgencia de la actuación por el peligro inminente. Sin embargo, nos consta que la Ikastola llevaba al menos 20 años denunciando la situación de peligro y que incluso hace 4 años, en 2013, cayó algún árbol sobre el tejado del frontón. Entonces el Ayuntamiento envió a una empresa de jardinería que trabaja en la ciudad, que no hizo mas que parchear la situación, dejando árboles sujetos con cables de acero. Compartimos la idea de que existía y existe un riesgo, pero no la urgencia que nos quieren vender, cuando en 20 años no han hecho nada, ni siquiera en estos últimos 4. Ahora la solución dada es por el momento mucho peor.
En cuanto a la seguridad, ahora el riesgo de desprendimientos y corrimiento de tierras es mucho mayor. Las pistas abiertas y la ausencia de vegetación que contenga y frene el agua pueden resultar muy peligroso en caso de fuertes lluvias, que esperamos no vengan. Hace falta una solución urgente, ahora más que antes. Incluso Enrique reconoce el riesgo. ¿dónde queda su responsabilidad? Pero es que además se ordenó la ejecución de los trabajos en las vacaciones escolares de semana santa. Sin embargo, una excavadora y una arrastradora trabajaban a destajo el lunes y el martes posteriores con los niños en la ikastola, hasta que las obras se paralizaron. Llegaron incluso a caer piedras de gran tamaño que por suerte no llegaron al colegio.
Todo un despropósito y una irresponsabilidad. Pero lo que, sin duda, nos ha molestado más es que Enrique Ramos quiera negar la existencia de una arbolado autóctono y centenario. El planeamiento de Donostia lo protegía por eso precisamente. ¿Ningunea a técnicos municipales y de Diputación , a guardas forestales, a nosotros? ¿Se ríe de la ciudadanía? Lo sentimos mucho por él, pero la dendrocronología nos da la razón, hemos contado anillos de crecimiento y algunos eran centenarios. En fotos de 1945 se ve el bosquete y los árboles ya tienen un tamaño. Por tanto, ha mentido premeditadamente y eso agrava todavía su situación. En nuestra opinión, debería dimitir o, en su caso, el Alcalde, Eneko Goia, le debería cesar inmediatamente.
Lo que pide Haritzalde:
- Que se detenga definitivamente la tala y que se revegete la ladera lo antes posible, es decir, el próximo invierno (diciembre). Que se planten especies autóctonas provenientes de semilla autóctona certificada: robles, fresnos, cerezos, castaños, arces, laureles, avellanos, manzanos y perales silvestres, acebos, serbales…
- Que se restauren lo antes posibles las pistas abiertas y se recupere lo antes posible el suelo.
- Que se realice el estudio técnico pertinente para minimizar el riesgo de desprendimiento, pero siempre teniendo en cuenta que la parcela afectada está protegida.
- Que se abran expedientes sancionadores tanto desde la Diputación Foral de Gipuzkoa, como desde el Ayuntamiento y que se aplique a los propietarios una multa ejemplarizante y proporcional al daño causado. Que sea cuanto menos, claramente superior al valor de la madera extraida.
- Que se mantenga el nivel de protección de la parcela en su totalidad.
- Ante la gravedad de lo acontecido, pedimos la dimisión del Concejal Delegado de Urbanismo, Enrique Ramos. Asimismo, solicitamos que se abra una investigación interna para depurar responsabilidades y, en su caso, se cese o se expediente a los responsables.
- Pedimos a la Fiscalía que investigue los posibles delitos.
Donostian, 2017ko maiatzaren 16an.
Leave A Comment